Norberto Di Próspero, secretario general de APL, hizo entrega en Uruguay del Premio a la Lealtad de este año de la Agrupación «17 de Octubre» a José «Pepe» Mujica, en reconocimiento a su vida y obra caracterizadas por un compromiso inquebrantable con los valores de la justicia, la solidaridad y la dignidad humana.
«Este premio simboliza no sólo la lealtad a su nación, su pueblo y a la Patria grande, la patria Latinoamericana, sino también la lealtad a los principios éticos que ha defendido a lo largo de su trayectoria como político y ser humano», destacó el líder sindical, quién viajó acompañado por Marcelo Gil, Freddy Montenegro y Natalio Balderrama.
El ex presidente uruguayo «ha sido – agregó- un faro de esperanza para muchos de nosotros» y «su vida un ejemplo de resiliencia y entrega» que «nos recuerda la importancia de ser fieles a nuestros valores, incluso en los momentos más difíciles».
A lo largo de los años, Pepe nos ha enseñado que la verdadera lealtad se manifiesta en la acción, en el compromiso por mejorar la vida de los demás, en la defensa de los derechos de aquellos que no tienen voz», expresó Di Próspero.
Indicó que a lo largo de su trayectoria, Pepe Mujica «ha demostrado que la lealtad no sólo se trata de ser fiel a una persona, sino también a las ideas y principios que nos mueven, que nos hacen seres humanos comprometidos», a la vez que destacó también que «su incansable lucha por la justicia social y su visión de un mundo más equitativo han sido un pilar fundamental en nuestra lucha diaria».
La lealtad de Pepe Mujica «no sólo se dirige a su nación, sino a un ideal global de humanidad y fraternidad donde la felicidad del pueblo siempre fue primordial en su militancia política»,
resaltó y marcó que la premisa del veterano dirigente uruguayo es que “el desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana; del amor arriba de la Tierra, de las relaciones humanas, del cuidado a los hijos, de tener amigos, de tener lo elemental. Precisamente, porque ese es el tesoro más importante que tenemos, la felicidad».