A un año del infame atentado contra la vida de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner confiamos en que la justicia esclarezca el hecho y castigue a los responsables materiales e intelectuales del episodio, que avergüenza a la democracia Argentina.
El solo hecho de pensar que el magnicidio hubiera tenido éxito nos llena de angustia y frustración, porque tras 40 años del restablecimiento del Estado de derecho es inadmisible que la intolerancia política y el fanatismo ignorante se imponga la inmensa mayoría del pueblo que quiere superar los desafíos de la realidad con diálogo y paz.
Norberto Di Próspero
Secretario General de APL